Gonzalo Reilly. El piloto de Toyota busca consolidarse en la punta de Superturismo.El automovilismo está en los genes de Gonzalo Reilly Arrarte por la vía materna. Su abuelo Gonzalo fue un destacado piloto en la década del 50 y uno de los fundadores del autódromo de Melo. Aún más sorprendente es el caso de su madre Isabel, quien compitió en el autódromo Víctor Borrat Fabini de El Pinar en los años 70, con un Saab 1000. A Juan José Scaldaferri lo reconoce como su padrino en el mundo de los fierros y se tiene fe para subir al podio de Superturismo en alguna de las tres fechas que restan este año.
-En 2016 te jugaste por un preparador que se había quedado sin autos.
-Confié en Juan Carlos Delgado porque había visto su forma de trabajo y también por un tema de afinidad personal. Llegué a él después de la tercera fecha, hizo una reforma importante en el auto que yo tenía en aquel momento, y de ahí en más fui siempre muy rápido, terminé peleando entre los 10 primeros. El segundo puesto que logramos en la última carrera de ese año fue un logro muy especial para ambos.
-Ese equipo creció al año siguiente.
-A partir de mi buen desempeño, se acercó Fernando Etchegorry y decidimos construir dos Renault Clio nuevos para la temporada 2017, basados en el desarrollo que ya habíamos hecho con Juan Carlos Delgado sobre un modelo similar. Fue un proyecto exitoso porque Fernando ganó el campeonato.
–¿Ha sido beneficioso tenerlo como compañero?
-Sin duda, aunque no estaba acostumbrado a tener un compañero en el equipo, y menos uno tan rápido como él. En mi carrera deportiva he tenido muy pocos y es sumamente positivo para el equipo porque nos impulsa a los dos a ir a más.
–¿Te reunís con el equipo fuera de las competencias?
-Voy al taller casi todos los días, a última hora. Muchas veces conversamos sobre los trabajos que se están haciendo en el auto, pero otras veces sobre la vida. Siempre fui de compartir comidas, charlas con el equipo durante las carreras y también después. Me gusta y creo en eso. Es importante compartir esos momentos, más allá de lo deportivo.
–¿Cómo te incorporaste al proyecto Toyota?
-Después de que Fernando cerró su acuerdo con la marca, tuve una reunión muy buena con Alejandro Curcio, presidente de AYAX. De ahí surgió la idea de armar un segundo Etios dentro de la estructura del JCD Racing para acelerar el desarrollo de ese modelo. Se construyeron los dos en el verano y estuvieron en la pista ya en la primera fecha.
–¿Cambia la presión defendiendo a una marca?
-Hay una cierta presión, pero te diría que es muy positiva. Es la presión por hacer las cosas cada vez mejor y brindarse por la marca. Siempre había soñado en participar de un proyecto tan profesional como el de Toyota. En AYAX tengo un montón de amigos desde hace muchos años, por lo que ahora ser parte de esa familia es motivo de orgullo y satisfacción.
-Se ve un fuerte apoyo de su equipo gerencial al proyecto.
-Parte de un compromiso personal muy fuerte de Alejandro Curcio, que se extiende al resto de su grupo de trabajo. Él está presente viernes, sábado y domingo de cada carrera, ha visto muy de cerca el trabajo que hacemos y le gusta. Hoy tiene dos autos y dos pilotos rápidos. Fernando logró la primera victoria para la marca en la cuarta fecha y lidera el campeonato.
–¿Qué te falta para estar definiendo carreras?
-Estoy clasificando bastante más atrás de mis posibilidades y las de mi auto, lo que me limita después en la serie y en la carrera final. Hoy tengo la satisfacción de tener la velocidad, de ser rápido en cada fecha. Me falta redondear un buen sábado, lo que se va a dar en algún momento. Tengo un auto para estar en el podio.
Reilly: de las plataformas al Superturismo.
El karting fue su entrenamiento previo al debut en las plataformas VW en el 2000. Dos años más tarde recaló en la Fórmula Vee, donde cosechó seis victorias en 14 carreras, pero el campeonato se le escapó en la última del 2003. Tras el paso a Superturismo en 2005, y a pesar de no participar con regularidad, se hizo rápidamente un lugar en la Copa A1, en la que obtuvo un primer puesto en Mercedes y un segundo en Rivera.